Los Templarios fueron una de las órdenes militares más influyentes de la Edad Media, famosos por sus hazañas en la defensa de la Cristiandad durante las Cruzadas. Su poderío militar y su riqueza se extendían más allá de las fronteras de Europa, llegando a tener una importante presencia en el Mediterráneo y, por ende, en la ciudad de Barcelona.
Para desempeñar sus labores en la región, los Templarios utilizaron una variedad de barcos que les permitían transportarse y proteger sus intereses comerciales en el mar. Uno de los tipos de barcos más utilizados por los Templarios en Barcelona fue el galley o galera, una embarcación de remos larga y estrecha que se movía impulsada por la fuerza de los remeros a bordo.
Las galeras templarias estaban diseñadas para ser rápidas y maniobrables, lo que las hacía ideales para navegar por las aguas del Mediterráneo, una región conocida por sus fuertes vientos y corrientes impredecibles. Además, estas embarcaciones estaban armadas con cañones y otros armamentos para garantizar la seguridad de la tripulación y defenderse de posibles ataques enemigos.
Otro tipo de barco utilizado por los Templarios en Barcelona eran los barcos de carga, como los galeones y las carracas. Estos barcos en Barcelona eran mucho más grandes que las galeras, con capacidad para transportar grandes cantidades de mercancías y provisiones. Los galeones templarios solían ser utilizados para el transporte de caballos y otros animales, mientras que las carracas eran utilizadas para transportar armamento y otros suministros esenciales.
Además de las galeras y los barcos de carga, los Templarios también utilizaban una variedad de otras embarcaciones más pequeñas, como los botes y los esquifes. Estos barcos eran utilizados para transportar a la tripulación entre la costa y las galeras, y para realizar labores de reconocimiento y exploración en las zonas costeras cercanas.
En definitiva, los Templarios contaban con una flota diversa y bien equipada de barcos que les permitía cumplir con sus misiones en el Mediterráneo y proteger sus intereses en la región. En Barcelona, la presencia de los Templarios fue importante tanto en términos militares como comerciales, gracias al uso de sus barcos y a su experiencia en la navegación en el mar.